Miles de mallorquines han visitado este fin de semana la IV Fira d'Oví i Caprí de Calvià, una feria que se va consolidando. Calvià cuenta con una gran tradición ganadera ovina. De hecho, hay 40 explotaciones con más de 6.000 ovejas.
En dos días, se han celebrado numerosos actos como demostraciones de perros pastores, muestras gastronómicas, concurso morfológico de ovejas de raza mallorquina y jornadas técnicas, así como la subasta de ejemplares de oveja, que este año ha sobrepasado un centenar entre machos y hembras reproductores de varias razas. El objetivo de esta feria es contribuir al desarrollo y dinamización del mundo rural y ofrecer un espacio profesional de reunión anual para los productores y ganaderos de ovejas y cabras de la Isla.
Un acto destacado ayer fue el cambio de nombre de la calle del Ajuntament que pasa a denominarse «Julià Bujosa Sans, batle», en conmemoración del último alcalde socialista de la República. Margarita Nájera y miembros de la Corporación acompañaron a la directora general Margalida Estelrich, directora general d'Agricultura.