Un nuevo concepto de carretera se está abriendo paso en Mallorca. Una carretera que pretende garantizar la seguridad de los conductores pero, al mismo tiempo, una carretera que no entre en contradicción con el entorno paisajístico y que se integre en el territorio que la rodea. Una vía que puede ser un «auténtico reclamo turístico», asegura el conseller d'Obres Públiques del Consell de Mallorca, Antoni Pascual. Éste es el nuevo concepto que precisamente el Consell de Mallorca ha aplicado en la carretera que conecta Portocristo con Son Servera, en el tramo entre el Monte Safari y la rotonda de Ca s'Hereu. Barreras de protección de madera, una amplia zona de descanso ajardinada, pared seca y algunos tramos de carril bici, conviven con el asfalto de la PM-V 402-3, en los municipios de Son Servera y Sant Llorenç.
Las obras de mejora y acondicionamiento de la carretera de Portocristo-Son Servera fueron inauguradas en la mañana de ayer por la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, que estuvo acompañada por los alcaldes de Son Servera, Antoni Oliver, y Sant Llorenç, Mateu Puigròs, así como varios altos cargos técnicos y políticos del Consell. Una de las carreteras con más «puntos negros de Mallorca» que anualmente registraba una elevada siniestralidad, por unos viales muy estrechos y curvas excesivamente cerradas e intersecciones con poca visibilidad, pasará ahora a ser una «vía mucho más segura», dijo Gonzalo Aguiar, director de Carreteres del Consell de Mallorca.