Conjugar calidad alimenticia, rendimiento económico y preservación del medio ambiente hoy no es un imposible para los agricultores que practican la modalidad de la agricultura hidropónica. Esta agricultura, a diferencia de la convencional, no utiliza tierra para los cultivos, pero sobre todo se ha convertido en sinónimo de ahorro de agua, recursos naturales y supresión de los insecticidas y plaguicidas. El cultivo hidropónico se ha implantado mayoritariamente en la comarca de Llevant, y muy especialmente en Manacor, representando más del 80% de la producción total de Mallorca de esta variante.
«La planta nunca tiene estrés, ni nutricional, ni ambiental», explica el payés manacorí Guillem Galmés, quien desde hace un año se ha convertido a la agricultura hidropónica con el monocultivo del pimiento de padrón. «El 80% del pimiento de padrón que se comercializa a través de la asociación de Agroïlla, proviene de las 10 hectáreas que tenemos cultivadas aquí, en Es Pou Nou de Manacor», explica Galmés.
En la agricultura hidropónica se sustituye la tierra por materia inorgánica, como la perlita, a la que se incorporan los nutrientes que la planta necesita. «Nunca abonamos ni regamos en exceso. La planta sólo absorbe lo que necesita para crecer sana», asegura este agricultor, quien ha experimentado un incremento de producción de un 40%.