La necesidad de abaratar los costes y destruir los cientos de toneladas de residuos procedentes de la madera que anualmente generan los talleres de Manacor, ha obligado al sector maderero a buscar unos terrenos para dar salida a estos residuos. A la espera que la futura planta de reciclaje de la madera sea una realidad en la localidad, una cooperativa de 50 carpinteros ha proyectado instalar, de manera provisional, una industria de tratamiento y almacén de residuos en unos terrenos rústicos.
Pese a que esta iniciativa no sea definitiva, ya ha topado con una fuerte oposición manifestada desde la izquierda manacorina y los grupos ecologistas. El proyecto de la cooperativa aún no cuenta tampoco con el beneplácito del Ajuntament de Manacor. En este sentido, el delegado de Industria, Jaume Darder (PP), ha explicado que la propuesta de la cooperativa «se materializará siempre que cuente con unos informes técnicos favorables». De todas formas, ni desde el Ajuntament ni desde el sector de la madera no ha trascendido la ubicación exacta de estas instalaciones.
Lo que si existe entre el Ajuntament de Manacor y la cooperativa de carpinteros es un compromiso formal de cesión de un solar «en el polígono industrial o en un lugar apropiado para construir la futura planta de tratamiento y recogida de residuos de la madera», aseguró Darder.
Jaume Llodrà, presidente del sector maderero, explicó que para instalar la planta de reciclaje se necesita un solar de más de 8.000 metros cuadrados de superficie, «por ello es imprescindible que el Ajuntament nos ceda suelo».