El reciente fallo judicial ha ratificado la anterior decisión judicial, que se remonta a abril de 2002, en todos sus puntos, incluso en el que calificaba de «clandestina» la ampliación de la actividad llevada a cabo por la empresa en los terrenos adquiridos en 1997 adyacentes a las naves industriales. La resolución incorpora también la declaración de nulidad de la licencia del año 1990, esgrimida por Suliar con el objetivo de defender su continuidad en sa Roca Rotja.
Las instalaciones de Suliar fueron clausuradas y precintadas por el Ajuntament de Sóller, previo mandato judicial, en marzo de 2001. Esta circunstancia tuvo un gran revuelo mediático porque otras empresas de Sóller, también ubicadas en suelo rústico, reclamaban la creación urgente de suelo industrial en forma de un polígono de servicios.
Posteriormente, la empresa inició una serie de movilizaciones, incluso una manifestación con camiones para reclamar la necesidad de un polígono en el valle.