ASSUMPTA BASSA.
En los tiempos que corren, cuando las vocaciones están un poco en
crisis, no deja de ser una decisión valiente la construcción de una
iglesia. Los vecinos de sa Coma podrán estrenar muy pronto este
nuevo edificio, la iglesia de Santa Maria de sa Coma, que ha sido
promovido por el Obispado de Mallorca y que ha tenido el apoyo del
Ajuntament de Sant Llorenç así como donativos de particulares. Se
podría inaugurar a finales de febrero o a principios de marzo, ya
que las obras siguen a buen ritmo. Ya está construida en más de un
70%.
El regidor de Hacienda y de la delegación de sa Coma, Joan Santandreu, explicó cómo se han desarrollado las obras. El presupuesto inicial era de 552.473 euros, de los que el Obispado aporta 150.253, y se han recibido 36.060 más en donativos. La parte de la dirección técnica ha ido a cargo del Ajuntament de Sant Llorenç.
«Cuando se hizo la urbanización, el solar donde está construida la iglesia se cedió al Ajuntament con la condición de que debía ser dedicado a temas religiosos. Hicimos las gestiones con el Obispado y cedimos el solar en el 2000. La Sala adquirió el compromiso de pagar el proyecto y la dirección y la ejecución ha ido a cargo del Obispado», comentó Santandreu. El núcleo de sa Coma tiene actualmente 2.000 habitantes. El presupuesto inicial ha sufrido una pequeña modificación, con lo que el coste total asciende a unos 600.000 euros.
Se trata de un edificio moderno a la vez que sencillo, amplio pero con poca longitud. Se instalarán entre 25 y 30 bancos. Hay campanario y no se hacen capillas. El altar será una piedra de Santanyí muy grande que pesa unos 1.800 quilos. La sacristía, en lugar de seguir la tradición y colocarla detrás del altar, se situará en la entrada. Las puertas serán de madera maciza y se instalará un gran ventanal para que pueda verse desde el exterior. Hay un semisótano y salas para conferencias o celebraciones.