T. ESCANELLAS
El inicio de las obras de asfaltado de la carretera Palma-Port
d'Alcúdia en el tramo comprendido entre Inca y el cruce de sa Pobla
provocó ayer algunos embotellamientos en Inca. La reforma comenzó
ayer con la aplicación de nuevo pavimento y la señalización de la
carretera C-713. Las obras durarán 15 días y en ellas el Consell de
Mallorca invertirá 1,7 millones de euros.
Con el inicio de estas obras se ha cerrado al tránsito el tramo de la carretera en sentido hacia Alcúdia, a excepción de los vehículos pesados, por lo que se recomienda desde la Dirección Insular de Carreteras del Consell tomar rutas alternativas tales como la carretera Inca-Muro, Inca-Llubí, Llubí-sa Pobla, y sa Pobla-Alcúdia.
Según el estudio previo realizado por el Consell, esta carretera soporta diariamente un tráfico de 18.000 vehículos, muchos de ellos pesados (autobuses y camiones), por lo que el pavimento está muy deteriorado y por lo tanto incrementa la peligrosidad de la zona, que requiere una mejora que el Consell tilda de imprescindible. Desde primera hora de la mañana de ayer se hizo efectivo el cierre de la carretera, y esto ha provocado, principalmente en las horas punta, algunos embotellamientos.
Aun así, en la rotonda de entrada al carril se había situado a uno de los trabajadores que repartía entre los conductores una hoja informativa del porqué del corte y las posibles vías a seguir tratándose de turismos. Pasados estos quince días en los que se realizará la mejora del tramo, a principios de año se llevarán a cabo las obras de la segunda fase.