El Consell de Mallorca finalizará el próximo año la reforma de la carretera Deià-Sóller. Habrán transcurrido 17 años desde que el Govern balear redactase el primer proyecto de acondicionamiento de la carretera que tuvo que retirarse por la fuerte oposición popular a la construcción de tres viaductos. Varios proyectos se redactaron años después, pero ninguno llegó a ejecutarse por la envergadura de la obra que se pretendía hacer. Finalmente, la reforma de la polémica carretera se ha realizado por tramos.
En 1995, se adjudicó el proyecto de mejora de 2'5 kilómetros a la salida de Sóller. La obra resultó más ambiciosa de lo previsto y no acabó hasta el 1997. De hecho, el Govern conservador se gastó en este pequeño tramo 290 millones de pesetas. Años después, a principios de 2001, se llevó a cabo el asfaltado de unos 3 kilómetros de la carretera desde Deià a Llucalcari. Aprovechando las obras, se amplió un poco más la carretera en algunos de sus tramos.
Ahora, el Consell de Mallorca quiere completar la reforma con un proyecto de acondicionamiento de curvas y pavimentación entre del kilómetro 55 al 58'420 de la carretera comarcal C-710. La obra consistirá en el ensanchamiento de curvas, prolongación de las obras de fábrica existentes para permitir la ampliación del vial, el refuerzo del firme, el pavimento con áridos antideslizantes y el pintado de la señalización horizontal.
La obra se realizará siguiendo el actual trazado y respetando la estética de las carreteras de la serra de Tramuntana, según explica el ingeniero Bartomeu Darder, encargado del proyecto. La ampliación de la calzada será de siete metros de media; en la actualidad, tiene una anchura que oscila entre 5'5 y 6 metros y no es uniforme. En total, la inversión prevista asciende a 490.000 euros y el plazo de ejecución será de cinco meses, según consta en el proyecto.