El conseller d'Obres Públiques, Francesc Quetglas, explicó ayer que «el referéndum no tiene ninguna validez y no es vinculante en ningún tipo de actuación». No obstante, el conseller reconoció que tanto el antiguo trazado como el que se dirige hacia las afueras del pueblo «no son soluciones perfectas». Quetglas expresó que la decisión de hacer el trazado del tren por las afueras del pueblo responde a «un acuerdo del pleno de la Corporación que se aprobó por mayoría» y concretó que «el proyecto ha sido posible gracias a la cooperación del Consell de Mallorca, porque había complicaciones técnicas con la carretera que finalmente se han podido solucionar».
Por otra parte, el alcalde de Petra, Joan Font (PSM), ha hecho una valoración muy distinta a la de los organizadores. «Para mí, quien ha ganado ha sido la abstención, que supone el 70% de la población de Petra», manifestó de forma contundente el batle. «Esto demuestra que el Govern ha hecho las cosas bien», concluyó. La recién constituida agrupación del PP en Petra ve las cosas de otra manera. Joan Font Rosselló, secretario de la junta del partido conservador, explicó que «el PP recurrirá el acuerdo adoptado el día 28 de junio en el Consell de Govern por haber aprobado el trazado hacia las afueras del pueblo, faltando el informe técnico prescriptivo que después fue presentado el 31 de julio».
Font Rosselló aseguró que «el técnico que realizó el informe desfavorable contra el proyecto que desvía el tren hacia las afueras del pueblo fue destituido y nos hemos dado cuenta de que detrás de este proyecto existe una gran acumulación de intereses. El tema es escandaloso». Antoni Mascaró, como miembro de la plataforma a favor del antiguo trazado y de la agrupación socialista de Petra, apuntó que «el Govern debe reconsiderar su postura en vistas a los resultados del referéndum» e insistió en que «la abstención fue una presión del PSM».