Los alumnos del Instituto de Enseñanza Secundaria de Sineu volverán el lunes a las aulas. La Conselleria d'Educació y la dirección del centro pactaron ayer una solución para que puedan volver a las clases mientras se procede a arreglar las goteras y siempre que no llueva. El instituto vivió ayer una jornada totalmente atípica, después que el Consejo Escolar decidiera el jueves suspender las clases hasta que no se solucionaran los graves problemas de goteras que padecen seis aulas.
Desde la dirección del instituto se critica el hecho de que las obras para arreglar las goteras no se realizaran en julio, tal y como estaba previsto. «Cuando llueve es imposible dar clase en estas aulas porque se llenan de agua», explicó el jefe de estudios, Pere Mas, que precisó que la falta de espacio que sufre el centro agrava el problema de goteras ya que, como el edificio está «a tope», las clases que se llenan de agua no pueden trasladarse a otro sitio.
El centro ha pasado, en cuatro años, de tener alrededor de 300 alumnos a más de 700. Técnicos del Govern visitaron ayer el instituto. Allí acordaron, junto al Consejo Escolar, que las obras para arreglar las goteras se realizarán de dos en dos aulas, de forma que las cuatro restantes podrán ser utilizadas si no llueve. Se prevé que las obras en el interior del edificio estarán listas en una semana.