«Una plaga caída desde el mismo cielo nos ha invadido por todos lados». Esta es la frase que ayer se repetía en muchos lugares de Mallorca. Y es que los vecinos de varias localidades han levantado la voz de alarma ante la rápida proliferación de grillos que sufre prácticamente la mitad de la Isla. Las zonas afectadas principalmente por la plaga son Ses Salines , Colònia de Sant Jordi, la comarca de Palma, Manacor, Campos Porreres, Santanyí y Algaida, donde han matizado que no afecta a los cultivos. En cambio en zonas cercanas como Sóller no se ha registrado la existencia de esta plaga.
Esta plaga se inició a principios de verano cuando varios municipios del Pla y del Migjorn sufrieron la invasión de estos insectos que lejos de mitigarse ha ido extendiendose ahora a áreas del Llevant. Nadie sabe ya que hacer con ellos, pero todos coinciden en la necesidad de erradicar la molesta plaga que no deja ni dormir, ni pasear tranquilo. Las condiciones meteorológicas más húmedas de lo habitual con un verano muy lluvioso, junto al crecimiento imparable de la vegetación, se presumen como las causas de la plaga de grillos. De todos maneras, nadie se atreve a afirmar cual es la principal causa de la proliferación de estos insectos.
La Policía Local de ses Salines explicó ayer a Ultima Hora que «desde el pasado mes de junio hemos recibido numerosas quejas de vecinos que se ven impotentes ante la entrada de los grillos en sus hogares. Ha habido algunas familias que han encontrado más de un centenar de grillos merodeando por las habitaciones de sus inmuebles. La mayoría de los vecinos opta por fumigar la casa con insecticidas muy potentes». Este tipo de quejas también han sido extensibles al resto de municipios afectados, en los que policía y ayuntamientos empiezan a recibir las quejas.
Por su parte el alcalde de Ses Salines, Joan Burguera, recordó que el pasado mes de agosto «mandé fumigar los alcantarillados ante las continuas quejas de los vecinos», añadió que esta plaga de insectos no se había producido desde hacía unos 20 años. Algunos vecinos afectados se han pronunciado sobre el tema como es el caso de Cristina Méndez, que ha confirmado la plaga a este periódico asegurando que bajo las farolas «parece un tapiz negro, cuyo diámetro se va agrandando a medida que avanza la noche».