Los vertidos ilegales del caudal sobrante de la depuradora de Santa Maria a las fincas vecinas se han acabado. Esto es lo que se pretende conseguir con la canalización del excedente hacia el torrente de Solleric, en Consell, y que ayer puso en funcionamiento la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló. A partir de ayer se bombean hasta 30 metros cúbicos por hora hacia el torrente, con lo cual la laguna de la parte posterior bajará su nivel y no debería volver a desbordarse. La obra, realizada por vía de emergencia, han supuesto una inversión de 465.943 euros (77'5 millones de pesetas).
La consellera Rosselló confía en que, ante la obra hecha, la Fiscalía archive la denuncia presentada por los vecinos por un presunto delito ecológico. La evacuación hacia Consell del excedente quedará, en el futuro, sólo como una solución de emergencia, ya que se promueve el aprovechamiento del agua depurada para regar. Precisamente, el Ibasan ya ha aprobado instalar la fase terciaria en la depuradora y el Ajuntament pronto acabará los trámites para formalizar una comunidad de regantes.