El alcalde de ses Salines, Joan Burguera, presenta a las arcas municipales recibos de comidas o cenas que celebra en su casa, denunció ayer el parlamentario socialista Antoni Diéguez, que además pidió la dimisión del alcalde «por ética». «El sistema del alcalde es que invita a su casa a la Corporación o a otras personas y después hace un recibo y pasa por la caja municipal. Tenemos controlados recibos de comidas de 86 personas o de 54 personas. Ese señor no puede presentar estos recibos porque crea una confusión entre lo público y lo privado», agregó.
Diéguez fue contundente: «La caradura y la falta de ética del alcalde es tal que debería plantearse la dimisión porque el PP ya ha hecho demasiados ridículos en ses Salines. Sólo hay que recordar el caso de los micrófonos. Y ahora el alcalde pretende cobrar las facturas de aquellos que invita a su casa. No creo que sea regular que se le abone este dinero».
El batle popular, Joan Burguera, se defendió: «Gestión más honrada no creo que la haya. Por las noches duermo bien tranquilo. Lo único que hago es que para ahorrar dinero al pueblo hago las comidas con el personal del Ajuntament en mi casa y luego hago una relación de albaranes con el coste exacto de la comida y lo presentó porque yo no puedo a invitar a nadie. Mi asesor jurídico me ha dicho que lo puedo hacer. En las comidas solo hay el personal municipal».