Sóller recuperó la semana pasada 25.000 m2 de instalaciones subterráneas junto al Camí des Cingles que durante más de 60 años pertenecieron al Ministerio de Defensa. El alcalde, Ramon Socias, recorrió ayer las galerías para comprobar su estado de conservación. Algunos están bien conservados y apenas precisan unos retoques y una moderna instalación eléctrica, otros están más deteriorados por la humedad.
La reversión de las instalaciones militares al Ajuntament ha costado 1.553.305 euros (unos 258 millones de pesetas). El pasado día 12, el Ajuntament hizo efectivo el pago del 25% del valor establecido, mientras que el resto sera abonado en el momento de formalizar la escritura. El primer túnel de la estación naval del Port de Sóller, que hoy sigue siendo propiedad del Estado, empezó ser construido en 1940, nada más acabar la guerra civil española. Las obras concluyeron en 1942, fecha en la que comezó la construcción de varios túneles más que con el objetivo de albergar el material bélico de la Armada española, que se preparaba para una posible intervención en la II Guerra Mundial.
Fueron construidos cinco túneles, así como tres amplios pasadizos subterráneos. En su construcción, que se prolongó durante dos años, trabajó un centenar de obreros, muchos de ellos llegados desde la Península. La galería más larga tiene una longitud de 83 metros, dos accesos, y era utilizada para el almacenamiento de combustible. El túnel número cuatro estuvo dedicado al depósito de explosivos y el número cinco, aislado con una puerta blindada, estaba reservado para los torpedos. El resto de pasadizos completaban el polvorín. Los túneles dejaron de ser utilizados en 1955, permaneciendo sin ninguna utilidad hasta hoy.