El descenso en el numero de turistas que este verano ha venido a la Isla se ha notado, también, en el mercado del Dijous de Inca. Así lo aseguran los vendedores que semanalmente acuden al mercado, que dicen haber registrado un gran descenso en las ventas. La mayoría de comerciantes coincide en señalar que ha notado «muchísimo» que el turismo ha disminuido de forma notable este verano. «Las ventas no son, ni de lejos, las registradas otros años durante esta época», manifiestan Eugeni Martínez y Agustí Noguera.
«No sólo hay menos turistas sino que compran mucho menos», explica, por su parte, el vendedor de zapatos Antoni Ripoll, con quien coinciden la vendedora de mantelerías Maria Carmona, y el de ropa de casa Manuel Salvà. «Todo les gusta, pero no gastan nada», añade otro. Por su parte, la vendedora de artículos de piel Maria Lucero atribuye el descenso a sus ventas al hecho que «el mercado ha crecido, hay demasiados vendedores» y, por tanto, las ventas se dividen.
También atribuye el descenso en las ventas a diversos factores. El vendedor de artículos de piel, Antonio Rios, afirma que «el verano ha sido fatídico, muy malo, debido a el mal tiempo, el descenso de turistas, el euro... todo ha influido», dice mientras unos turistas ingleses regatean con él el precio de uno de sus artículos.
El concejal de Mercados, Josep Bennàssar (PP), asegura tener constancia de que las ventas de los vendedores han bajado durante estos meses y de que el turismo alemán ha disminuido y ha aumentado el inglés. Con alrededor de 1.200 vendedores distribuidos por las calles del centro de Inca, el mercado se encuentra a tope de ocupación.