El Grup Balear d'Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB) criticó ayer duramente las últimas decisiones del Ajuntament de Calvià en materia urbanística. «Bendinat, Costa d'en Blanes y Peguera son las últimas muestras de la insostenibilidad del municipio», indicó Miquel Àngel March, portavoz del grupo conservacionista, que ayer se desplazó a Bendinat para poner de manifiesto el excesivo volumen de construcción en el municipio. «Calvià lidera la destrucción del territorio», afirmó.
Lejos de contener el crecimiento urbanístico, el GOB denunció que el Ajuntament está vulnerando de forma «flagrante» la moratoria urbanística aprobada por el Consell que suspende las licencias para obras de viviendas plurifamiliares. Según expuso March, el pasado 3 de julio el Ajuntament aprobó una licencia para construir 114 viviendas en Bendinat, cerca del instituto. «Es incomprensible que, a pesar de la norma territorial, el Ajuntament apruebe este proyecto», aseguró March, quien anunció la presentación de un recurso de reposición por incumplir la normativa del Consell. «La realidad es que se podrían convertir en 370, lo que aumentaría la población en 1.000 habitantes», agregó.
El GOB aseguró que el Consistorio también promueve una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en Costa d'en Blanes para poder edificar en parcelas forestales que «deberían ser conservadas». Los ecologistas presentaron alegaciones y piden la paralización del proyecto.
Peguera también está sometida a una fuerte presión urbanística. Según el GOB, el Ajuntament desclasificó unos terrenos rústicos en la zona alta y los convirtió en urbanizables. A juicio de los ecologistas, «Nájera utiliza un doble lenguaje. Los socialistas llevan 20 años en el poder y el crecimiento urbanístico sigue siendo muy fuerte. Ya no es posible recurrir al argumento de la herencia del pasado».