La Fira de Son Macià estuvo dominada por el calor, que no asustó a los vecinos del núcleo manacorí que salieron a disfrutar un año más de las fiestas populares de la Mare de Déu de agosto. Las tradiciones y la agricultura fueron protagonistas de esta cita que este año llegó a su XVIII edición. Hubo alrededor de 60 expositores en las calles con productos artesanos y autóctonos, cerámica, complementos y ropa, entre una amplia oferta.
También se pudo ver una gran muestra de ovejas, caballos, bueyes y otros animales. Las calles no estaban llenas porque el calor que hacía era casi insoportable y mucha gente prefirió aprovechar el día festivo para ir a la playa. La exhibición ecuestre organizada por la asociación del caballo mallorquín fue muy aplaudida, sobre todo en el turno de las jóvenes amazonas que mostraron sus artes en el dominio del caballo.
Otro acto destacable fue la muestra del juego del estràngol, una tradición de Son Macià que se ha recuperado recientemente y que consiste en que los jugadores colocan una piedra a 40 metros de distancia con unas monedas encima y con una pieza de hierro, una tella, tienen que tocarla. El campeonato de este juego contó con gran participación. En la Feria no faltaron las autoridades, con el alcalde de Manacor, Miquel Riera, al frente, junto a varios concejales de la Corporación.