Comienza una nueva etapa en el Ajuntament de Son Servera. El acercamiento entre el equipo de gobierno, en minoría (PSM-PSOE), y el partido mayoritario de la oposición (PP) se hizo patente ayer en la celebración del pleno extraordinario que había sido solicitado por los conservadores.
La sesión plenaria contenía únicamente siete propuestas del PP. En las cinco primeras, los conservadores obtuvieron el apoyo del PSM-PSOE y los dos votos negativos de los dos ex ediles del PSOE, Eduard Servera y Antònia Ferrer, argumentando ésta haber encontrado defectos de forma al entender que todos los puntos «se deberían haber tratado primero en Comisión Informativa o entregar un expediente sobre los acuerdos que se tenían que tomar y todo esto no se ha realizado». No obstante, los dos últimos puntos fueron aprobados por unanimidad.
Damià Ripoll, actuando como portavoz del PP, y el alcalde, Antoni Oliver (PSM), explicaron que se trataba de impulsar unas ideas para descongestionar la situación actual del Ajuntament, pero que todos los acuerdos pasarían por los trámites legales y administrativos correspondientes.
Los acuerdos aprobados ayer forman parte de un bloque de temas consensuados entre el pacto y el PP para conseguir una gestión municipal más fluida. Las propuestas aprobadas son: destinar una partida presupuestaria para mejorar el campo de fútbol e iniciar los trámites para construir una piscina municipal, estudiar una posible ampliación del colegio de Cala Millor o construcción de uno nuevo e impulsar la creación de guarderías de 0 a 3 años, encargar un estudio de movilidad y aparcamientos en el municipio, iniciar los trámites para la construcción de un centro de día y una residencia para los mayores, crear un punto de información juvenil, estudiar la problemática sobre la policía local y elaborar un plan de mantenimiento y limpieza en el término municipal. Las dos últimas enmiendas obtuvieron el voto favorable de los ex ediles del PSOE.