La marca Fet a Sóller, en cuya cadena de producción trabajan personas discapacitadas del centro especial de ocupación Estel Nou, presentó ayer los primeros tarros de confitura ecológica. Esta producción será comercializada mayoritariamente a través de tiendas selectas especializadas. La gama de confituras ecológicas de Fet a Sóller se limita inicialmente a cuatro variedades (berenjena, albaricoque, tomate y limón) pero está previsto ampliarse hasta la docena (melón, sandía e higos, entre otros). Las confituras tradicionales que elabora esta misma marca tienen una variedad de 32 gustos.
Los proyectos de esta marca ya estuvieron presentes en la última edición de la feria de alimentación de Barcelona y de allí surgieron contactos con importadores de Estados Unidos y Japón. En el caso norteamericano, Fet a Sóller realiza pruebas para ajustar su producción al grado de dulzor que reclama el consumidor estadounidense. Por su parte, el mercado nipón ya han mostrado su interés en adquirir confitura de uva debido a las propiedades anticancerígenas de este fruto, informó Amador Bernat, gerente del departamento agroalimentario de Asanideso-Fet a Sóller.
Las confituras ecológicas son realizadas a partir de la producción de frutas y hortalizas elaboradas en diversas explotaciones de Mallorca en las que no se aplican tratamientos químicos desde hace un mínimo de dos años. En la presentación de la confitura ecológica de Fet a Sóller, el conseller d'Agricultura, Mateu Morro, auguró un «gran futuro» a este tipo de productos «de gran calidad, bien presentados, etiquetados y comercializados» para los que hay mercado «porque el consumidor lo reclama». El vicepresidente del Govern, Pere Sampol, agregó que iniciativas como ésta son «alternativas de futuro que demuestran que la agricultura en Mallorca no es algo del pasado, sino del futuro».