«Antes de presentar mi dimisión, los cesaré a todos (en alusión a los cinco ediles del PSM)». Así de contundente se mostró ayer el alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), después de que los nacionalistas del Ajuntament le pidieran su dimisión «inmediata» a raíz de la orden de talar las más de 80 amèlies del paseo de Na Camel·la de la localidad. La polémica sobre la tala de los árboles por mandato del alcalde sin contar con el apoyo de sus socios de gobierno (PSM y AIPC) ni de los vecinos de Na Camel·la, ha abierto una grave crisis en el pacto y una situación de incertidumbre que puede derivar en la ruptura final del equipo de gobierno.
El alcalde Riera manifestó ayer en rueda de prensa que no tiene la intención de dimitir porque la decisión de suprimir las amèlies «aunque resulta impopular, es lo mejor para el pueblo y en un futuro, los vecinos de Manacor, se darán cuenta de ello». El batle basa su decisión en un informe pericial sobre el estado fitosanitario de los árboles realizado por el ingeniero agrónomo Jaume Rigo, en el 2000.
Según el informe, los árboles presentan una vida útil de unos 10 años de media y cada año «es previsible que se mueran algunos ejemplares». Además, según el ingeniero, «sus frutos son tóxicos y venenosos, por lo que son peligrosos para los niños». Por ello, el técnico recomendaba sustituir las amèlies por otras especies como el lledoner.
En referencia a la continuidad del pacto, Riera manifiesta: «En estos momentos, la reconducción del pacto es muy difícil, ya que el PSM es quien ha roto las cartas y ahora, estamos al aire. Son ellos que tienen que decirme si siguen siendo mis delegados o no». Por todo ello, el alcalde advirtió que «si el PSM no rectifica, será imposible reconducir el pacto y no descartamos negociar con otros grupos políticos».