La tala masiva de las amelias del paseo de Na Camel·la por orden del alcalde de Manacor, Miquel Riera (ALM-UM), sin el beneplácito de sus socios de gobierno, PSM y AIPC, ha provocado un alud de críticas y reacciones pero, sobre todo, una grave crisis en el pacto. La más contundente de las reacciones proviene de los nacionalistas, quienes exigen la dimisión «inmediata» de Riera ante «su actitud prepotente».
Los nacionalistas, que aseguran haber perdido la confianza del alcalde, argumentan que no pueden seguir trabajando con él y «en el caso que no dimita, tenemos las puertas abiertas a los demás partidos para formar una nueva mayoría y asegurar la gobernabilidad del pueblo», afirmaron los ediles Miquel Vives, Margalida Fons y Conxa Gil, ayer en rueda de prensa.
Los Independientes de Porto Cristo (AIPC), fieles socios del primer edil, admitieron que «su postura unilateral ha deteriorado nuestra relación», explicó el edil Bernat Amer, quien criticó duramente la tala de las 84 amelias. No obstante, no se atrevieron a hablar de ruptura de pacto.
Por su parte, el alcalde no quiso hablar de crisis, aunque admitió su sorpresa ante la demanda de dimisión porque «no he cometido ninguna ilegalidad». Riera considera que la actuación ha sido la correcta porque «unos informes técnicos daban a los árboles una esperanza de vida de sólo 10 años, además de que sus frutos son venenosos». UM justificó la postura del alcalde.
GOB y ARCA se sumaron a las críticas contra el alcalde y los ecologistas siguieron la línea del PSM de pedir su dimisión. UM a nivel insular ha siso el único grupo político que ha apoyado la gestión del primer edil.