El modelo turístico del municipio de Capdepera se halla en «crisis» y la imagen que se proyecta es «demasiado germanizada». Ambas tesis fueron constatadas ayer por los agentes sociales y políticos de Capdepera que participaron en una jornada turística de Cales de Capdepera en Cala Rajada. La realidad obsoleta del modelo turístico de Capdepera fue expuesta por Joaquín Tintoré, director del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), quien coordinó el grupo de trabajo destinado a turismo y sostenibilidad. «La sociedad detecta la necesidad de un cambio y la política es demasiado lenta para dar respuesta a las necesidades que se derivan de una sociedad que vive del turismo».
Para salir del estancamiento, el grupo de Tintoré propuso la aplicación de una línea política que garantice un «desarrollo sostenible de futuro», un reto que implica «escalas de tiempo que sólo verán las futuras generaciones». La diversificación de la demanda turística también fue resaltada durante las jornadas. Javier Capó, miembro del Centre de Recerca Econòmica de Sa Nostra y dinamizador del grupo dedicado a turismo y oferta complementaria, criticó que la imagen turística que se proyecta de Capdepera es «demasiado germanizada». Por ello, Capó reclamó «un esfuerzo para romper el monopolio del mercado alemán».
Las propuestas que se trataron para evitar este monopolio fueron potenciar la gastronomía local en vez de ofrecer cocina alemana, ofertar en diferentes idiomas para que los demás turistas se sientan integrados y recuperar el mercado nacional. Las jornadas turísticas, organizadas por la Asociación Hotelera Cales de Capdepera, celebradas en Cala Rajada, contaron con la participación de unas cien personas procedentes de los diferentes ámbitos de la sociedad, como la cultura, la educación, el comercio, la religión, el ecologismo, la construcción, la hostelería, la política, entre otros.