Los vecinos de Pòrtol cuya vertiente desciende hacia Santa Maria han expresado su preocupación por el retraso de la puesta en funcionamiento de la red de alcantarillado. El principal problema se centra en una bomba impulsora que debe hacer llegar el caudal hasta el punto más elevado de la población para luego enlazar con la red general.
Según los vecinos de la zona de Can Vic, estas obras deberían haber concluido el pasado octubre y lamentan que durante los últimos meses les cuesta unos 1.500 euros mensuales vaciar los pozos negros.
El área de Contratación del Ajuntament informó a este periódico que las obras, que debían haber comenzado anteayer, se han retrasado para introducir mejoras en el proyecto inicial, consistentes en instalar unas bombas más potentes. La nueva red de residuales podría entrar en funcionamiento dentro de dos meses.