La propuesta se basa en diseñar una nueva fachada de la ciudad a través de las diversas entradas que se crearán en cuanto se ejecuten las vías de circunvalación norte y sur, con las que está previsto descongestionar de tráfico el centro de Inca.
En la actualidad, existe una única vía de entrada por el sur, que coincide con el tramo final de la autopista Palma-Inca. Esta entrada está, según el equipo redactor del Plan Territorial, «visualmente muy afectada por la presencia del polígono industrial existente, así como por la gran cantidad de carteles publicitarios y exceso de tráfico rodado» y «da una imagen de la ciudad poco agradable».
Para evitar que con la construcción de las nuevas vías rondas se vuelvan a formar fachadas carentes de cualquier intención urbanística, el equipo redactor del borrador del Plan Territorial plantea crear espacios verdes en tres zonas: «en el espacio triangular resultante entre el final de la autopista de Palma, la vía de circunvalación norte y el suelo urbanizable del barrio de Crist Rei», «en el frente colindante del nuevo polígono industrial con la vía de circunvalación sur hasta la carretera de Sineu» y «en los frentes laterales de las carreteras de Sineu y Llubí que delimitan el polígono industrial y el futuro hospital».
Por otra parte, en el borrador del Plan Territorial también se prevé una segunda actuación consistente en crear una zona de equipamientos y servicios entre la parcela ocupada por el futuro hospital comarcal de Inca y el suelo urbano.
El objetivo de esta segunda actuación sería dar continuidad al núcleo y recoger algunos de los equipamientos que actualmente ya existen en la zona, como el pabellón deportivo de sa Creu y el centro para discapacitados Joan XXIII.