En medio de una gran expectación, la imagen de la Mare de Déu de Gràcia fue trasladada ayer domingo del santuario a la parroquia de San Miquel de Llucmajor. Con este traslado, según explicó el rector de la parroquia, Jaume Puigserver, se pretende acercar la imagen de la Virgen al pueblo llumajorer ya que, durante un año, el santuario no podrá abrir sus puertas debido a los desprendimientos de piedras de la montaña sa Falconera.
La talla de la Virgen, la imagen mariana más antigua de Mallorca que data del siglo XV, se trasladó por la tarde del santuario hasta es Pujol en coche. Allí, los vecinos de Llucmajor esperaban a la Virgen que fue cargada a hombros por los feligreses que la llevaron por las calles engalanadas del pueblo hasta la parroquia de Sant Miquel. Hombres y mujeres se turnaron para llevar a la Virgen en procesión. Las autoridades locales no faltaron a la cita.
Una vez en la parroquia fue depositada dentro de la iglesia, donde permanecerá hasta que finalicen las obras de Gràcia. El rector Jaume Puigserver indicó que, según los proyectos que actualmente están elaborando diferentes empresas, se calcula que será necesaria una inversión de unos 600.000 euros para solucionar el problema de los desprendimientos de rocas. El Santuari de Gràcia fue construido originariamente como una pequeña ermita en el año 1449. La obra mayor del santuario es el siglo XVII. En 1958, any de sa neu, a raíz de las fuertes nevadas se desprendió la explanada que da acceso al santuario sin que tuvieran lugar daños personales.
En mayo de este año, se acordó el cierre del templo por motivos de seguridad. Las lluvias provocaron desprendimientos de rocas.