Los escombros procedentes de las obras de infraestructuras realizadas durante los últimos meses en el casco urbano de Banyalbufar han sido vertidos desde la carretera comarcal C-710 al vacío, entre los puntos kilométricos 90'700 y 90'800, a unos tres kilómetros de Banyalbufar en dirección hacia Estellencs. Los vertidos han consistido en piedras, rocas y tierra procedente de las zanjas abiertas para instalar diversas canalizaciones y han afectado a un pinar de la finca de Planícia, de propiedad privada, en una zona de gran pendiente. Esta zona está protegida por la Ley de Espacios Naturales.
El portavoz del grupo municipal popular de Banyalbufar, Jaume Tomàs, calcula que entre tres días (de lunes a miércoles) se han vertido «entre 60 y 70 metros cúbicos» de material. Según Tomàs, este material se ha ido depositando inicialmente en los terrenos municipales de ses Teules, donde se halla el campo de fútbol, y una vez cargado en camiones ha sido vertido por el precipicio.
Debido a la gran pendiente existente, parte el material arrojado ha llegado hasta el mar. Los vertidos han dañado la corteza de numerosos pinos y la vegetación existente, erosionando toda la ladera de la montaña.
El portavoz del PP de Banyalbufar cree que los vertidos han sido realizados por la empresa que ha realizado las obras municipales y ha anunciado la inmediata presentación de una moción en el próximo pleno de la Corporación pidiendo explicaciones. En función de la explicación que dé el equipo de gobierno, formado íntegramente por el grupo Independents per Banyalbufar-PSM, se podrían emprender diversas iniciativas.
Este periódico ha intentado saber la opinión del equipo de gobierno pero fuentes municipales han remitido al alcalde, Manuel Romero, que actualmente está de vacaciones.