La asamblea de trabajadores del Ferrocarril de Sóller han anunciado una serie de movilizaciones inminentes para expresar el malestar del colectivo ante determinadas decisiones recientes de la sociedad. Así, está prevista una próxima acampada en la plaza España de Sóller como acción de protesta ante la «actitud de la empresa» por los recientes «despidos de tres trabajadores».
Otras medidas más contundentes serán la realización de huelgas parciales todos los martes y jueves de los meses de junio y julio. Estos paros afectarán a un servicio diario, el denominado tren turístico, que sale de Palma a media mañana y para en un mirador. El presidente del Ferrocarril de Sóller, Joan Puig, indicó ayer que la dirección de la empresa quiere poder cobrar tarifas turísticas en los servicios regulares al entender que el tren de Sóller ya no tiene sentido como transporte público. En su opinión, éste es el único método de incrementar los ingresos.
En relación al despido de tres trabajadores, Puig señaló que los despidos han sido adecuados porque en su día los contrados de tres contratos fijos no fueron aprobados por el consejo de administración. También dijo que la jornada de 35 horas semanales no fue consensuada. Puig justificó determinadas decisiones de la empresa en el hecho de que en los últimos años se han realizado muchas inversiones y sólo en 2001 hubo unas pérdidas económicas cuantificables en unos 300 millones de pesetas, indicó el propio Puig.