Las inclemencias meteorológicas siguen causando estragos a la zona costera del Llevant. El temporal registrado el martes pasado ha hecho desaparecer la preciosa playa de Cala Llombards, mientras que la de Porto Cristo quedó invadida por la posidonia y Cala Millor, que ya había sufrido una gran pérdida de arena, quedó con las rocas completamente al descubierto.
La playa más afectada en esta ocasión fue la de Cala Llombards, en el municipio de Santanyí. Esta era una de las playas mejor preparadas para acoger la temporada veraniega y en un solo día, la furia del mar provocó la desaparición de unos 50 metros de playa en la orilla y la creación de un gran lago interior en la zona límite de las hamacas.
El encargado de la concesión de la playa de Cala Llombards, Luis Díaz, se mostró muy preocupado ante el desastre natural que ha provocado la pérdida de la arena de esta pequeña cala y, sobre todo, por la temporada turística que prevé que pueda ser negativa. Por otra parte, el alcalde de Santanyí, Miquel Vidal, expresó su inquietud ante el grave estado en el que quedó Cala Llombards y declaró: «Estamos pendientes de que los técnicos de Demarcación de Costas emitan un informe para que nos indique las actuaciones que podemos llevar a cabo para recuperar el estado natural de esta playa».
Por otra parte, la playa de Porto Cristo quedó totalmente cubierta de posidonia muerta que desfiguró la fisonomía natural de la costa y provocó que se desprendiera un desagradable olor que se podía percibir desde el Passeig de la Sirena. Los vecinos instalados en la primera linea de Porto Cristo manifestaron su malestar ante el aspecto que ofrecía la playa y quieren hacer llegar a las instituciones que lleven a cabo actuaciones inmediatas para restaurar la zona .
En el caso de Cala Millor, al ser una de las playas más visitadas de la comarca del Llevant por los turistas, los hoteleros y comerciantes manifestaron su preocupación por el grave estado en que se encuentra, pues si ya había quedado destrozada por el temporal del mes de noviembre, las inclemencias meteorológicas perpetradas el pasado martes, agravaron mucho más esta situación, dejando al descubierto las rocas que, antaño, siempre habían presentado un inmejorable aspecto y abundante arena.