Los cinco regidores del PP en el Ajuntament de Son Servera y los dos ediles tránsfugas del PSOE, Eduard Servera y Antònia Ferrer, que según ellos representan al grupo municipal socialista, dejan paralizada la gestión económica municipal al votar en contra del presupuesto ordinario que presentó ayer el equipo de gobierno en minoría, formado por cuatro concejales del PSM y uno del PSOE.
El delegado de Hacienda, Gerardo Ruiz (PSOE), explicó las características del presupuesto que asciende a 1.800 millones de pesetas, de los cuales, 485 millones se destinan a inversiones, como son las obras de restauración del antiguo cine La Unión, el empedrado de la plaza de Sant Joan y la reforma del paseo marítimo de Cala Millor. «Estas obras cuentan con subvenciones por parte del Govern y del Consell de Mallorca», explicó Ruiz, que además destacó que se han creado diversas plazas nuevas para cubrir en el centro de salud asistencia social y el punto verde, que ahora quedan en el aire.
Antònia Ferrer, actuando como portavoz de los ex ediles del PSOE, criticó algunos aspectos técnicos y denunció que en el apartado de inversiones no se han incluido ninguno de los proyectos que ellos propusieron, como un centro de día para la tercera edad, la supresión de barreras arquitectónicas y ampliación del puesto de la Cruz Roja de Cala Millor.
Por su parte, Gabriel Blanquer, en representación del PP, criticó el incremento del 12% del el impuesto de bienes inmuebles (IBI) y plasmar el total de las subvenciones institucionales que el Ajuntament cobrará de forma fraccionada en cuatro o cinco años. «No estamos de acuerdo en cómo se presenta el presupuesto porque se quiere falsear una situación que desembocará en un endeudamiento municipal», criticó Blanquer. También expresó que el año pasado, «de los 306 millones presupuestados en el apartado de inversiones sólo se ejecutó el 27%, es decir unos 83 millones», y criticó que «vuestra falta de diálogo no os ha dejado aprobar el presupuesto».
El PP pide una moción de confianza al
alcalde
El PP de Son Servera tiene la intención de instar al alcalde,
Antoni Oliver (PSM), a que presente una moción de confianza en
vistas a la situación de bloqueo que padece el Ajuntament y que el
presupuesto municipal no ha prosperado. Sin embargo, el actual
equipo de gobierno, en minoría, tiene derecho a presentar un
segundo presupuesto. El alcalde expresó ayer que a partir de ahora
se tendrá que prorrogar el ejercicio económico anterior y realizar
modificaciones puntuales. También expresó que todas las disputas
internas entre los diferentes partidos «no benefician a nadie y el
pueblo sale perjudicado». Oliver concluyó que «debemos sentarnos
todos y al menos consensuar los proyectos que disponen de una
subvención institucional para no perderlas» y expresó su intención
de «consensuar un nuevo presupuesto».