El derribo de la obra realizada de forma irregular responde a las advertencias reiteradas por el alcalde de Sóller, Ramon Socias, en el sentido de que el Ajuntament no otorgaría ninguna prórroga de la licencia de obras del futuro hotel de lujo sin que antes la promotora ajustase todo el recinto a las características edificatorias contempladas en el proyecto aprobado por el Consistorio.
Fuentes próximas a la constructora han informado a este periódico que la torre objeto del litigio siempre ha tenido los permisos adecuados pero para evitar polémicas que retrasen el final de la obra finalmente se ha optado por demoler el exceso de obra denunciado por Alcaldía. Las mismas fuentes han indicado que en la actualidad se trabaja en la realización de las obras de infraestructura (alcantarillado, agua potable y pluviales) del complejo, así como en el asfaltado.
Una parte importante de la obra ya está acabada y buena parte de la construcción ya está forrada de piedra para adaptar el inmueble a la estética del entorno y al paisaje. En su día, este proyecto fue presentado con la intención de construir en el Port de Sóller el mejor hotel del Mediterráneo Occidental. Por cuestiones internas de la empresa promotora (posible venta) y ajenas a la misma (paros de obra por infracciones urbanísticas), las obras han sufrido varios parones que han retrasado la ejecución del proyecto y, en consecuencia, la apertura del primer hotel de cinco estrellas del valle de Sóller.