El alcalde de Llucmajor, Lluc Tomàs, y el jefe de la Demarcación de Costas de Balears, Fernando Garrido, coincidieron en calificar de «error de magnitud» e «inoportuna» la decisión del Ejecutivo balear de impedir la construcción del aparcamiento, lo que mutila «una antigua reivindicación». El Govern justifica que la Unión Europea contempla estos acantilados como una zona de especial protección para la avifauna pero Tomàs y Garrido señalaron que así se impedirá el acceso a las personas con movilidad limitada, como son personas mayores o con deficiencias motoras.
Unas 500 personas asistieron al acto informativo celebrado en Badia Blava, que concluyó con aplausos. Mejorar el acceso al mar implica estabilizar los taludes para evitar desprendimientos y acondicionar accesos peatones, suprimir el solario de hormigón y habilitar plataformas y pérgolas de madera. Las obras salen a concurso este verano y comenzarán en octubre. El proyecto debe estar concluido antes del verano de 2003.