Algaida ya tiene su propio planeamiento urbanístico. Han sido necesarios más de veinte años de estudios, negociaciones y tramitación, pero finalmente el municipio ya tiene una normativa propia que regula la actividad constructora y ordena su territorio. La Comissió Insular d'Ordenació del Territori, Urbanisme i Patrimoni Històric aprobó ayer las Normas Subsidiarias de Algaida, aunque estableció que varios pequeños detalles deben ser subsanados en breve.
Miquel Àngel Grimalt, presidente de la comisión dependiente del Consell de Mallorca, informó que en dos sectores colindantes con el actual casco urbano de Algaida se debe modificar la calificación de suelo urbano solicitada por el Ajuntament y en su lugar clasificar estos terrenos como suelo urbanizable, lo que permitirá «más beneficios para el municipio en forma de cesiones de terreno y compensaciones». También se ha prescrito la necesidad de variar la ordenanza para que ésta prevea «la imposibilidad de construir adosados a gran escala», dijo Grimalt.
El alcalde, Jaume Jaume, calificó de «hito histórico» la aprobación porque «incrementa el suelo urbano, se ganarán zonas verdes y de equipamiento y además se podrán abrir nuevos viales para regular el tránsito».