La Plaça del Mercat de sa Pobla se convertirá en un gran aparcamiento de pago con 140 plazas disponibles. Así lo prevé el proyecto de reforma de este espacio que el Ajuntament pobler quiere llevar a cabo este mismo año. Esta obra se plantea como un paso previo que hará posible el embellecimiento y peatonalización del centro del pueblo. Con esta reforma, los responsables municipales pretenden compensar los cerca de 100 plazas de aparcamiento que serán eliminadas del centro urbano. Uno de los aspectos mas innovadores será que los residentes de la zona peatonalizada podrán utilizar el aparcamiento por las noches de forma totalmente gratuita.
El alcalde, Jaume Font, ha indicado que «de día, todo el mundo deberá abonar una tarifa que será muy económica, ya que el Ajuntament no quiere hacer del aparcamiento un negocio lucrativo». El Ajuntament ha presentado una propuesta concreta a los vecinos de la zona que prevé remodelar la totalidad de la plaza hasta el punto de dejarla irreconocible. La idea de partida es crear un paseo central para peatones que se conectará con el carrer Major, donde se ampliarán las aceras y se eliminarán los aparcamientos, a pesar de mantener el tránsito.
A cada lado de la plaza se ordenarán los vehículos en un espacio que quedará cerrado. El alcalde Font apuesta por que el Ajuntament gestione directamente y automatice su funcionamiento. Esta obra implicará necesariamente una reforma del tránsito en la zona posterior a la plaza para facilitar el acceso a la escuela cercana y al ambulatorio médico. El presupuesto de la obra asciende a 280.000 euros (47 millones de pesetas) que serán asumidos en su totalidad por las arcas municipales.
La intención del equipo de gobierno popular es que la reforma esté acabada antes de acabar la presente legislatura. El proyecto de cierre al tránsito del centro afectará a las calles Tresorer Cladera, Misteri, Plaça, de la Fosca, Curt y Muntanya. El alcalde Font afirma que la mayoría de los vecinos se han mostrado favorables al proyecto. No obstante, hay interés en convocar una reunión con todos los afectados para llegar a un acuerdo sobre cómo serán ejecutadas las obras. Mientras se desarollan estas obras serán renovadas las redes de alcantarillado y agua potable, que ya son obsoletas.