Los cortes del suministro de electricidad provocaron la indignación vecinal, sobre todo de los comercios, bares y empresas de materiales construcción que utilizan grandes máquinas para trabajar. Las molestias y el malestar vecinal no fueron provocados por los cortes en sí, sino por la forma en que éstos se produjeron: desde primeras horas de la mañana y hasta las doce del mediodía la corriente eléctrica fue cortada y suministrada de nuevo en unas doce ocasiones.
«Que la corten o que la dejen, pero como esto siga así se nos van a romper todas las máquinas», exclamó la encargada de un bar después de escuchar el estruendo de las cámaras frigoríficas al regresar el suministro. El hecho de que la empresa GESA no se digne a avisar ni al Ajuntament ni a los vecinos cuando tienen que producirse cortes también indignó a los vecinos.
En algunas empresas de materiales de construcción el enfado fue mayúsculo: «Al menos podrían haber avisado y esta mañana no habríamos trabajado, lo que no puede ser es tener las máquinas llenas de hormigón y que se paren». El alcalde de Porreres, Joan Sastre, explicó que GESA avisó al Ajuntament para cortar la corriente para un día de la semana pasada, pero no para ayer. Sastre instó a GESA a que acelere la llegada de la línea desde Llucmajor. Esta petición ya fue aprobada hace unos meses por el Pleno del Ajuntament.