La población de ses Salines se halla sumida en una gran preocupación puesto que durante las últimas seis semanas se ha registrado una gran avalancha de actos vandálicos que tienen asustados a sus vecinos, acostumbrados de vivir en un pueblo muy tranquilo. José Burguera habla en representación de un grupo de vecinos que han sentido en carne propia actos vandálicos que les han costado, primero un buen susto y después una inversión económica para reparar los daños.
Burguera explica a este diario que «de unas seis semanas a esta parte, un grupo de vecinos hemos visto cómo han destrozado las ventanillas de nuestros coches, se han robado documentos personales en el interior de éstos y hemos sido víctimas de robos de vehículos y motocicletas». Además de romper la ventanilla posterior de su coche, Burguera explica que «tiraron encima del vehículo un líquido corrosivo que me obliga a pintarlo de nuevo».
También expone el ejemplo de un matrimonio alemán que escogió ses Salines como lugar de residencia al comprobar la tranquilidad de este pueblo. No obstante, ahora manifiesta «no sentirse seguro» porque también sufrió roturas en las ventanillas de su coche, justo delante de su casa.