Una de las medidas de urgencia que se plantea la Conselleria d'Interior del Govern balear es solicitar la ayuda de las Fuerzas Armadas para limpiar los bosques y evitar así que llegue la primavera con miles de árboles sin retirar de las zonas boscosas. Los datos de la Conselleria de Medi Ambient hablan de 131.000 árboles caídos en las Balears en noviembre. Sin embargo, esta cifra podría rondar los 200.000, ya que Llucmajor presentó 83.000 árboles derribados cuando en principio sólo se contabilizaban 12.500, según explicó el delegado de Medi Ambient, del Ajuntament de Llucmajor, Sebastià Artigues.
Ante esta situación el Govern está buscando «fórmulas de colaboración», según explicaron ayer fuentes de Interior. «Se barajan todas las posibilidades», indicaron. Una de las que suenan con más fuerza es la de solicitar ayuda al Ejército para que sus cuadrillas colaboren en la retirada de árboles.
En las localidades más afectadas por el temporal, vecinos han expresado su nerviosismo existente por la lentitud con que se realiza la retirada de árboles. Además, tienen dudas de que las aserradoras de Mallorca tengan la capacidad y los medios suficientes para retirar, tratar y acumular todos los troncos. «Si no se toman medidas, por primavera no habrán retirado ni la mitad de los árboles», apuntó Artigues, quien no ve que se realicen «medidas urgentes».
El alcalde de Porreres, Joan Sastre, en cuya localidad cayeron 8.000 árboles, manifestó: «Tenemos que sacar los árboles cuanto antes. Necesitamos agilizar trámites. Muchos propietarios renunciarían a la ayuda si les limpian los bosques». El alcalde de Campos, Andreu Prohens, con 9.200 árboles en el suelo en su municipio, criticó «la falta de información. La gente está liada, hay malestar; necesitamos acciones más rápidas». Felix Estelrich, alcalde pedáneo de Can Picafort (donde cayeron 10.000 árboles), afirmó que «la colaboración (con las administraciones) fue muy buena al principio, pero ahora ya es nula».