La empresa Ferrocarril de Sóller SA recuperó ayer para el servicio ordinario el automotor número 3 del tranvía, un vehículo construido entre 1912 y 1913 que se puso en funcionamiento en 1914 y que durante los dos últimos años ha sido sometido a una cuidadísima restauración. El coste ha sido de cinco millones de pesetas.
El director del tren, Rafael Sierra, y el inspector Juan Conjincora realizaron ayer el recorrido «inaugural» desde la estación de Sóller al Port para comprobar la seguridad y el funcionamiento del vehículo, que tiene 18 asientos.
En la restauración se han aprovechado todos los elementos mecánicos antiguos que han sido posibles. La madera utilizada ha sido de fresno, idéntica a la original. En la rehabilitación se han mantenido los rótulos anunciadores (entre ellos uno que dice: «Se ruega hablen bien») y las lámparas originales.
Sierra, que recordó que los beneficios anuales de la empresa se reinvierten en mejorar las infraestructuras, destacó el esfuerzo artesanal de los empleados en esta restauración.