Los directivos de la empresa Majórica anunciaron ayer a los empleados de las tiendas, fábrica de perlas y taller de joyería su intención de sacrificar 188 puestos de trabajo, lo que supone la reducción del 36'1 por ciento del total de la plantilla, que actualmente asciende a unos 520 trabajadores. La temida reducción de empleo es uno de los componentes del esperado plan de viabilidad que la empresa debía presentar para paliar su crisis financiera. Así, los despidos propuestos por Majórica quedan desglosados de la siguiente manera: de 25 a 30 trabajadores en la tienda, entre 90 y 100 empleados de fábrica y 60 procedentes del taller de joyería.
Durante el día de ayer, la cúpula directiva de Majórica, formada por el director general, Vivian de Mesquita; el director de Recursos Humanos, Antonio Barrionuevo; el jefe de Producción, Marcial Rodríguez, y el asesor jurídico, Alfonso Suárez, se reunieron con los comités de empresa de los distintos sectores (fábrica, tienda y taller de joyería) para presentarles el plan de viabilidad y comenzar las negociaciones.
No obstante, los comités y sindicatos manifestaron su negativa a la empresa de negociar cualquier reducción de personal. El comité del taller, representado por UGT, explicó su malestar. «Nos han explicado que en 1998 tenían 7.000 millones de pesetas en ventas y los beneficios ascendían a 1.500 millones. Ahora nos dicen que no hay beneficios», comentó Guillem Vives. El delegado comarcal de UGT en Manacor, Guillem Vadell, explicó indignado: «Los directivos de Majórica nos han anunciado que pedirán al Govern balear una ayuda de 1.000 millones de pesetas».
La ampliación de capital «pasa por una reducción de
trabajadores»
Fuentes del sindicato UGT han explicado que «una de las condiciones
que los accionistas de Majórica han dispuesto para llevar a cabo
una ampliación de capital pasa por la reducción de la plantilla»,
criticó ayer Guillem Vadell después de haber mantenido una reunión
con la cúpula directiva. Los sindicatos apuntan que según los
documentos existe un déficit de 3.400 millones de pesetas como
resultado de los intereses bancarios de un préstamo de 2.000
millones para comprar acciones.