En las filas de UM no quisieron hacer comentarios sobre la decisión del Govern de aprobar por decreto el parque, a pesar de que la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, se comprometió a presentar el proyecto el Parlament. A pesar del silencio de ayer, la postura de UM es conocida: creen que lo conveniente es aprobar los parques sólo en fincas públicas o en aquellas que hayan sido conveniadas con los propietarios de los terrenos.
Por lo que respecta al PP, su portavoz, Joan Flaquer, criticó la actitud del president Antich, a quien acusó de no respetar las decisiones de los consejos insulares. Flaquer recordó que el pleno del Consell aprobó recientemente una moción, que contó con el apoyo del PP y UM, para que los parques naturales sólo ocupen fincas públicas; las fincas privadas se incorporarían tan sólo en el caso de que los propietarios estuvieran de acuerdo con ello. «Este parque se ha aprobado en contra del criterio de la gente y de los propietarios, que incluso han presentado firmas en contra y Antich ha optado por hacer oídos sordos», señaló Flaquer.
Las asociaciones de propietarios criticaron con dureza la aprobación del parque. Se sienten desprotegidos y engañados por el Ejecutivo. En los ayuntamientos, las reacciones fueron prudentes y diversas. En el polo opuesto, las asociaciones ecologistas aplaudieron la declaración del parque. Para el GOB se marca «un antes y un después» aunque «ahora está todo por hacer». Els Verds y la Associació Balear d'Amics dels Parcs aplaudieron la decisión y calificaron la fecha de ayer de «un hito histórico».