Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM) destinará el próximo año 6.345 millones de pesetas para invertir en la apertura de nuevas líneas y mejorar la seguridad y el servicio del tren de Inca. Este presupuesto desciende 420 millones con respecto a este año (un 6%), aunque el tren sigue siendo una de las principales apuestas del Govern. El proyecto «estrella» del próximo año será la reaperertura del tren de Inca a Manacor, una proyecto que se adjudicará el próximo mes y que comenzará a principios de 2002. Para esta obra hay una partida presupuestaria de 2.135 millones, a la que se podrán sumar 4.000 millones de partidas presupuestadas en 2000 y 2001, no gastadas. En el primer semestre de 2003, el proyecto estará concluido. Una vez realizada esta obra, SFM contará con una línea férrea de 75 kilómetros totalmente nueva o renovada.
La mejora de la seguridad de la línea de tren de Inca en funcionamiento es una cuestión primordial para Serveis Ferroviris, según expone José Antonio Santos, director gerente de la empresa pública. En este capítulo, se invertirán 595 millones de pesetas. Entre otras actuaciones está previsto el cerramiento de todo el corredor ferroviario, de tal forma que no se pueda acceder a las vías. El resto irá destinado a la rehabilitación, automatización y supresión de pasos a nivel en Binissalem, Lloseta y Marratxí.
El coste de la mejora de servicios ascenderá a 1.975 millones, que se destinarán a la compra de material móvil (1.600 millones), creación de nuevos apeaderos (215) e instalaciones en Son Rullán. En cuanto a la redacción de nuevos proyectos está previsto invertir 300 millones para la línea sa Pobla-Alcúdia y otros tantos para Palma-UIB. Santos quiso destacar que este año, por primera vez, Serveis Ferroviaris obtendrá 130 millones de pesetas por ingresos patrimoniales (alquileres o servicios complementarios a los usuarios).