José Arozamena, accionista mayoritario de Alpha Private Equity Group, se ha visto obligado a dejar el cargo de consejero delegado de Majórica ante la delicada situación financiera, empresarial, comercial y económica de Majórica, que arrastra una deuda crediticia superior a los 7.000 millones de pesetas. El consejo de administración de Majórica reunido en la noche del jueves decidió los últimos cambios de la cúpula directiva para dar un golpe de timón en la gestión de la empresa y lograr reflotarla. El próximo martes, en Barcelona, se celebrará una junta extraordinaria que decidirá la ampliación de capital. A partir de ahora, José Arozamena, desde Alpha, se limitará a coordinar las negociaciones con bancos y las reuniones institucionales, como hizo ayer al entrevistarse con la presidenta del Consell, Maria Antònia Munar. El cargo de consejero delgado ha sido delegado en Jared Bluestein.
Tras la reunión con Munar, Arozamena negó haber sido destituido o cesado y señaló que los cambios responden a que él tiene «otras responsabilidades» además de Majórica y que «no es lógico dedicarse íntegramente» a una firma y abandonar las demás. En este sentido, señaló que para reflotar la empresa «ha sido nombrado un equipo especialista» que a medianos de noviembre tendrá redactado el plan de viabilidad. Por otra parte, Vivian de Mesquita ya ejerce de nuevo director general de la firma perlera. El nuevo hombre fuerte de Majórica «cuenta con el apoyo de todos los accionistas» Y «posee más de 20 años de experiencia internacional en procesos de reestructuración empresarial», señalaron fuentes de la empresa. Carlo Paracciani se incorporará a la sociedad como consultor externo con dedicación total al desarrollo del plan estratégico comercial a mediano y largo plazo. Antes, Paracciani trabajó en Omega y Swatch, compañías del sector de relojes y joyería en la que tiene gran experiencia. Asimismo, Carlos Casals será el director financiero corporativo.
La ampliación de capital es vital para lograr que el plan de viabilidad sea efectivo. En este sentido, los accionistas anuncian que la aportación que se haga tiene que ser suficiente para asegurar la viabilidad de la compañía. Esta ampliación, junto a la incorporación del nuevo equipo directivo, es la última posibilidad que tiene Majórica de continuar su actividad antes de entrar en una situación de crisis irreversible. Junto a Alpha Private Equite, el resto de accionistas, Corphin, PRC y Fibex, son conscientes que Majórica no puede seguir con la actual carga financiera.
Arozamena comunicó ayer que Majórica debe afrontar «reformas profundas» para afrontar los numerosos problemas que arrastra y de los que son conscientes los trabajadores de Manacor: «Ellos han notado el descenso en la actividad productiva de la fábrica y de las tiendas». Preguntado sobre la deuda real, el hasta ahora consejero delegado dijo que la deuda a corto plazo es de unos 5.200 millones de pesetas y aseguró desconocer la cuantía de la ampliación de capital, «que será determinada en la junta del próximo martes». También admitió que «ha habido errores de gestión» y afirmó que la empresa no está en venta. «Queremos relanzar Majórica y situarla donde le corresponde», agregó. De momento, Majórica no ha pedido ayudas económicas a las Administraciones autonómicas.