La asociación de vecinos de Capdepera se está movilizando y preparando actuaciones para presionar ante el Govern de les Illes Balears con el objeto de que se terminen las obras de la variante de la carretera de Palma que se paralizaron hace unos ocho meses. El secretario de este colectivo, Sebastià Sureda, explicó: «Esta vez estamos decididos a emprender medidas de fuerza y no descartamos ortar la circulación si hace falta. De hecho, esta propuesta se debatirá en la próxima asamblea que se celebrará el lunes por la noche». Según Sureda, «los vecinos que más padecen las consecuencias de este retraso de las obras son los que residen en la calle Port, ubicada en pleno centro de la población, donde pasan camiones que sobrepasan las ocho toneladas, que es el límite permitido».
Otro de los problemas es la doble dirección de la calle Port, que al ser muy estrecha provoca que la circulación se colapse, sobre todo en las horas punta, como las salidas y entradas del colegio S'Alzinar y los días del mercado, que es cuando se produce un caos mucho mayor. La asociación de vecinos considera que es de máxima importancia terminar la vía de circunvalación puesto que, una vez concluida, se derivará una reforma circulatoria y urbanística del núcleo urbano del pueblo para dar una solución a los problemas de seguridad vial, tránsito y contaminación acústica derivadas de la situación caótica actual.
El colectivo presentó un escrito al alcalde de Capdepera, Joan Pascual, al presidente del Govern, Francesc Antich, y a la presidenta del Consell de Mallorca, Maria Antònia Munar, reivindicando la ejecución de estas obras, aunque, de momento, los vecinos no han recibido ninguna respuesta por parte de estas instituciones. Sebastià Sureda critica que «si el Ajuntament de Capdepera fue bueno para pedir al Govern una solución al caos de la carretera de Manacor, también lo podría ser para presionar sobre la variante de su mismo pueblo».