Las obras del desvío del torrent de sa Cabana fuera del casco urbano de Manacor comenzarán en enero del próximo año, según explicó ayer el president del Govern de les Illes Balears, Francesc Antich, que se desplazó personalmente junto a la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, y el director general de Recursos Hídrics, Josep Antoni Rodríguez, para visitar los terrenos expropiados y comprobar por donde pasará el nuevo cauce torrencial. Antich se mostró satisfecho por la agilidad en que se ha resuelto el tema de las expropiaciones. «En un año y medio hemos desatascado un tema que se reclamaba desde el año 1989 cuando se produjeron las inundaciones. Ahora, la Comunitat Autònoma de les Illes Balears ha realizado sus deberes, ha pagado 180 millones en expropiaciones y ha redactado el proyecto; el Ministerio de Medio Ambiente ha sacado a concurso las obras y en enero podrán comenzar», explicó el jefe del Ejecutivo.
Las obras cuentan con un presupuesto de 840 millones de pesetas y serán dirigidas por un técnico que ha propuesto la Conselleria de Medi Ambient. El plazo de ejecución será de 18 meses. El president Antich expresó que «existen una serie de empresas interesadas en realizar las obras y que se han presentado al concurso». «Creemos que el presupuesto será suficiente para llevar a cabo el proyecto». Asimismo, Antich comentó que no se han producido problemas a la hora de realizar las expropiaciones, entre otras cosas, porque «se ha pagado tres veces más de lo que se había planteado la primera vez, por lo que se ha pagado un precio justo y los propietarios no han salido perjudicados».
Asimismo, la consellera de Medi Ambient, Margalida Rosselló, manifestó ayer que también está previsto acondicionar el torrente actual que atraviesa el casco urbano. En este aspecto, el director general de Recursos Hídrics, Josep Antoni Rodríguez, aclaró que en primer lugar se realizarán las obras del desvío: «Nuestra idea es que quede como un paseo incorporado en el paisaje, será un espacio verde donde la gente podrá pasear. También se plantarán árboles y se pondrá el mobiliario adecuado como zona de ocio. Esta iniciativa obligará a que el torrente no se convierta en un vertedero y esto ayudará en su mantenimiento».
El trayecto de la desviación del torrente tendrá una longitud de cinco kilómetros. Rodríguez explicó también que las obras para adecentar el cauce actual entran en el mismo presupuesto de 840 millones: «Nosotros podemos gastar el 20% en concepto de complementos y esto se destinará a arreglar el torrente que pasa por debajo del casco urbano de Manacor». Las autoridades autonómicas estuvieron acompañadas por el alcalde, Miquel Riera, y la delegada de Transportes, Conxa Gil.