El Ajuntament de Muro remitirá a los juzgados cualquier irregularidad que se detecte en el censo electoral entre los años 1998 y 1999. Este es el compromiso que adquirió ayer el alcalde, Miquel Ramis, ante el resto de grupos políticos en la primera reunión de la comisión de investigación creada para aclarar si ha existido un fraude electoral en el municipio.
En principio, los integrantes de la comisión decidieron revisar todos los empadronamientos realizados durante los años 98 y 99. Y es que se sospecha que algunas personas se empadronaron exclusivamente para votar y después se dieron de baja. También se investigará si algunos electores fueron censados en garajes, naves industriales o en los domicilios de miembros de alguna lista electoral.
Se calcula que más de un centenar de personas podrían haber sido censadas irregularmente. En la misma situación se encuentran una veintena de extranjeros censados entre abril y marzo de 1999. La policía investigará si las personas empadronadas llegaron a residir en sus domicilios. Los primeros resultados de las investigaciones podrían hacerse públicos antes de acabar el año.