Desde ayer lunes, una parte de la calle de Santa Teresa, del barrio del Celler, y las calles Prosperitat, Fortuna y Noguera, del barrio de sa Seu, forman parte de las zonas del centro donde el estacionamiento de vehículos se regula por la ORA. A pesar de las numerosas protestas de la asociación de vecinos del Celler y Els Estiradors, que el sábado recogieron firmas en la plaza contra la ampliación de la ORA y pidieron la dimisión del regidor de Circulación Jaume Colom, la ORA se ha implantado tal y como estaba previsto.
Según ha informado el regidor, Jaume Colom, haya el primer día de octubre la regulación sólo estará en fase informativa. Aunque las máquinas funcionan normalmente, los vigilantes todavía no ponen ninguna denuncia a los vehículos que no han realizado el pago y se informa casa por casa a los vecinos de que tienen derecho a pedir una tarjeta de residente por 3.000 pesetas anuales.
Al menos dos señales fueron arrasadas ayer por vecinos contrarios a la ampliación de la ORA. El regidor Colom ha quitado hierro a las protestas y ha recordado que el parque móvil de Sóller obliga a llevar a cabo esta regulación de los aparcamientos.