Los dos diputados de Esquerra Unida-Els Verds en el Consell de Mallorca, Marilena Tugores y Miquel Àngel Llauger, acusaron ayer al ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, de «tener tendencia a cubrir de cemento y artificializar» la costa y poner el litoral «al servicio de la industria turística» en detrimento del propio medio. Las acusaciones de los dos consellers fueron realizadas al presentar las alegaciones de esta formación política a los proyectos impulsados por el Ministerio de Medio Ambiente en Cala Tuent (Escorca) y el Port de Valldemossa. «Ahora le toca a la costa norte», dijo Tugores en alusión a los dos proyectos que la Demarcación de Costas ha tenido expuestos al público durante 20 días de agosto, «lo que demuestra la poca voluntad del Ministerio para que los afectados conozcan el proyecto».
En Tuent está previsto construir un vial que rodea la cala y concluye en una rotonda, junto al embarcadero. También se prevé habilitar un aparcamiento y rampas de madera para acceder a la playa. El presupuesto es de unos 200 millones de pesetas. En el Port de Valldemossa, se prevé invertir 127 millones en construcción de un talud para retener los desprendimientos, empedrar calles y construir otro aparcamiento.
Según Tugores, el argumento de facilitar los accesos de los minusválidos a las calas no es suficiente justificación para actuaciones «tan agresivas». Además, entiende que la construcción de aparcamientos «incrementará la afluencia de visitantes y la presión sobre dos calas de la Serra de Tramuntana prácticamente vírgenes». En el caso de Valldemossa, Tugores señaló que se invaden competencias al pavimentar viales de titularidad municipal.
Llauger acusó al Ministerio de Medio Ambiente de realizar una actuación «arbitraria» cuando no invita al Govern a tratar el proyecto del paseo marítimo de la Colònia de Sant Jordi pues «no acepta la sentencia del Tribunal Supremo que establece que la Comunitat Autònoma tiene competencias en la ordenación del litoral». Según Tugores, la ausencia de los representantes de Costas en la reunión de anteayer en la Conselleria de Medi Ambient demuestra «que no hay voluntad de consenso» y que Matas «se mueve por intereses partidistas».