Los vecinos de Son Servera se quedaron ayer sin agua durante doce horas. La causa fue que el propietario del pozo abastecedor, Salvador Artigues «Llucià», se niega a suministrar más agua de la que tiene contratada con el Ajuntament (1.000 metros cúbicos diarios) cuando en verano la localidad consume una media de 1.400. Hasta anteayer, suministró «más de lo permitido porque el Ajuntament me lo permitía y me obligaba», apuntó Artigues.
Las discrepancias entre Artigues y el Ajuntament comenzaron cuando el propietario del pozo fue multado con 840.000 pesetas por al Conselleria Medi Ambient por excederse en los metros cúbicos extraídos del pozo. Para Artigues, el Consistorio debe hacerse cargo de la infracción. Además, ha comprado un nuevo pozo para ampliar la cantidad estipulada en el contrato: «No quiero que me multen de nuevo». Si no es así, «sólo suministraré los mil metros cúbicos de agua contratados», agregó.
El alcalde Son Servera, Eduard Servera, apuntó: «No podemos comprar el agua porque la ley no lo permite y Artigues no quiere entender esto. El contrato actual fue firmado en 1970 y expira en 2020: «Pero hoy no se podría haber firmado. La única solución es que nos venda el nuevo pozo porque, de todas maneras, quien tiene la concesión del agua es el Ajuntament y no el propietario».
Servera dejó claro que el Ajuntament no pagará la multa: «Nosotros remitimos una carta a la Conselleria en la que nos responsabilizábamos de lo ocurrido, pero si finalmente han decidido multarle a él no podemos hacer más». El Ajuntament ha llegado a un acuerdo con la compañía Son Sard, que suministra agua en la costa, para tener agua en caso de emergencia.