Cerca de treinta caravanistas se manifestaron ayer por la mañana ante la entrada de la antigua zona de acampadas Platja Blava. Los manifestantes exigían que les devuelvan una zona para poder acampar y para tener las caravanas. Los caravanistas desplegaron pancartas en las que se podían leer fuertes acusaciones contra el alcalde del municipio, Miquel Ramis, y contra la Conselleria de Turisme. A pesar del tono pacífico de la protesta, la Guardia Civil estuvo presente. Los caravanistas bloquearon durante algunos minutos la entrada al recinto y fue cuando tuvo lugar el único momento tenso de la manifestación, ya que un coche hizo caso omiso a los manifestantes y éstos tuvieron que retirarse momentaneamente.
Acto seguido, los caravanistas, que afirman que son expulsados del recinto para construir allí de manera ilegal, llegaron hasta la entrada del complejo, donde solicitaron la presencia del director. El director del recinto hizo acto de presencia y, sin elevar el tono de voz en ningún momento, se dirigió a los manifestantes: «Sólo entraran para sacar las caravanas o con una orden del juez». Los caravanistas tienen desde hace algún tiempo sus caravanas y algunas posesiones dentro de la zona que antes era de cámping. La dirección del complejo sólo les permite entrar para que se lleven las caravanas, no pueden entrar para recoger ninguna de sus pertenencias.
Los afectados no quieren acceder a esta propuesta porque consideran que después no tendrán nada para luchar y se quedarán sin zona de acampada. Los caravanistas explicaron a este diario que el próximo viernes a las diez de la mañana se entrevistarán con la directora general de Ordenació Turística de la Conselleria, Josefina Casals. Los afectados dijeron también que continuarán con las manifestaciones delante del complejo Platja Blava para que todo el mundo conozca su problema.