«¡No vuelvas más por aquí, está casa es mía!». Con esta frase despidió ayer a su «inquilino» el hombre que vive como okupa desde hace un mes en el antiguo edificio de es Fortí de Cala d'Or (Santanyí), según explicaron unos albañiles y vecinos de la zona que fueron testigos de la pelea entre ambos. Los mismos vecinos y fuentes de las fuerzas de seguridad locales explicaron ayer que el hombre llegó a es Fortí hace un mes, colocó cerrojos y tiene el edificio cerrado a cal y canto. Por lo visto, el hombre monta fiestas y bacanales a las que asiste multitud de gente. «Cuando cae la tarde escuchamos música, por la noche los invitados se marchan, el hombre cierra y se queda en el interior».
Los vecinos de la zona alabaron ayer el gusto inmobiliario del individuo puesto que se trata de una fortificación de 450 metros cuadrados que fue construida en el año 1752 como edificio de defensa. Además, está ubicado sobre un acantilado desde donde se contempla el mar y fue objeto de una profunda restauración en 1995 por parte de la Fundació Illes Balears, entidad propietaria de es Fortí.
La gerente de la citada fundación, Magdalena Femenía, al ser informada por Ultima Hora , no daba crédito de lo ocurrido y comentó: «No tenemos constancia de que esto sea así, aunque es Fortí debe estar abierto al público ya que para ello lo rehabilitamos, mañana (por hoy) nos podremos en marcha para aclarar este asunto». Es Fortí es uno de los reclamos turísticos de Cala d'Or y ayer los visitantes se encontraban con la puerta cerrada y no pudieron visitar el interior de la fortificación. Este periódico pidió información a la Guardia Civil, que dijo conocer el caso. «No podemos decir nada más», añadieron.