La instalación de un sistema de depuración terciaria que incluye la filtración y desinfección de las aguas, pondrá fin a los problemas continuados que provoca la depuradora de Santa Maria sobre las fincas vecinas.
Así lo explicó ayer el gerente del Ibasan, Joan Mateu Horrach, que se desplazó hasta la depuradora acompañado del alcalde, Mateu Morro, y el regidor Gabriel Canyelles. «La instalación de una tercera fase de depuración sería un primer paso para poder reutilizar el agua para riego agrícola y para riego de las medianas de la autopista que es algo que está haciendo el CIM con muy buenos resultados», explicó Horrach.
El gerente del Ibasan confirmó que la Conselleria d'Obres Públiques ha incluido en sus presupuestos de 2002 una partida de 20 millones de pesetas para sufragar las obras necesarias para llevar el agua a la autopista.
La instalación del nuevo sistema de depuración terciaria no implicará la desaparición de la laguna de aguas depuradas desde la que se han filtrado aguas sucias a las fincas vecinas. No obstante, según los técnicos del Ibasan, «podremos reducir su caudal, hacerla más pequeña y alejarla así de las fincas vecinas».
Los trabajos de impermeabilización de la balsa para evitar estas
filtraciones marchan a buen ritmo.